miércoles, marzo 01, 2006
Tangokinesis
Tangokinesis es una compañía de 8-10 bailarines, dirigidos por la coreógrafa Ana Maria Stekelman. El grupo ha actuado en el American Dance Festival, Colorado Dance Festival, Avignon Festival y Lyon Biennale de la Danse en Francia, el Israel Festival, y en distintos compromisos en Europa, Centroamérica y Sudamérica.
Desde su primera gira por Estados Unidos, en el otoño de 1999, Tangokinesis ha actuado en más de 50 ciudades, incluyendo presentaciones en el "Celebrate Buenos Aires" Festival en la ciudad de Nueva York y en el Kennedy Center en Washington, D.C. En marzo de 2006, la compañía hace su debut canadiense en Montreal.
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Tangokinesis nació de una pieza homónima, y desarrolló casi espontáneamente un lenguaje propio apoyado en una sostenida experiencia de trabajo en la Argentina y en el extranjero. Un récord para una compañía independiente. “La obra actual tiene que ver con los años de trabajo” aseguró en la entrevista con balletin dance, Ana María Stekelman.
¿Te imaginaste que Tangokinesis iba a durar tanto tiempo?
No, la verdad que no. Pero incluso cuando empezamos a trabajar la música de la última creación no me imaginé que iba a resultar una obra completa. Empecé con música de Vivaldi y de ahí se fue armando la obra, por módulos, como hago siempre.
¿Hay un público de Tangokinesis?
Sí, hay una audiencia que sigue a Tangokinesis. Por otro lado hay imponderables: hay obras que llegan más que otras al público.
¿Qué cambió en la sociedad y la danza argentinas desde hace quince años?
Todo. El público, las compañías que tienen figuras como las de Julio Bocca, Maximiliano Guerra e Iñaki Urlezaga, empezaron a hacer obras de danza contemporánea. El Colón adoptó obras neoclásicas y el contemporáneo a su vez se hizo más clásico.
Los grupos independientes quedaron muy desprotegidos. A mí me tocó un coletazo de cada cosa, porque el mío es un grupo independiente, y porque también trabajo con las compañías de los bailarines consagrados y en el Colón. Por eso afirmo que la danza independiente debería recibir más apoyo …
¿Más dinero del Estado?
Más apoyo en general no sólo más dinero. Estar más en la vidriera, más mostrada. Pasa lo mismo en el Colón. La crisis que hay en la cultura nos afecta …
¿Qué cambió en vos, qué es lo que querías contar y qué es lo que contás ahora?
No quiero contar nada. Tengo una gran atracción por el lenguaje del tango, que para mí está separado de la música tango. Después, me han pasado cosas distintas: hice una obra sobre boleros con desnudos, otra con el Ballet del San Martín que se llamó La Tarde Cae sobre una Mesa sobre poemas de T. S. Elliot, Consagración del Tango para Julio Bocca …
¿Qué es lo que te diferencia de los demás grupos independientes como para que Bocca, Guerra e Iñaki te convoquen a vos para montar coreografías?
Mi trabajo ha interesado por esa fusión de tango y danza contemporánea. Y también por los temas de las obras, por eso tuve la suerte de poder viajar, y mostrar mi trabajo afuera con Tangokinesis. Sin embargo tenemos los mismos problemas para financiar y mantener nuestra compañía como cualquier otro elenco independiente.
A diferencia de los otros grupos hemos tenido mucho apoyo de festivales internacionales. La cuestión es cómo lograr mantener el grupo. Ahí tengo los mismos problemas que los demás independientes.
¿Hay personalidades que se mantienen desde el origen?
Si, Pedro Calveyra y Nora Robles, son mis asistentes y son como socios fundadores de Tangokinesis.
Por Tangokinesis pasó un número importante de bailarines que ahora se han consagrado por el mundo.
Sí, es cierto que pasó mucha gente por Tangokinesis y que estuvieron bastante tiempo para lo que es una compañía contemporánea. Eso me llena de orgullo.
¿De dónde surge el estilo de Tangokinesis?
De mi interés por el lenguaje del tango y la necesidad mía de fusionarlo con la danza moderna. Pero sale también porque yo nací en el barrio de Almagro, porque escucho tango desde muy chica, porque me fascina mezclar los pasos de tango.
¿Influye el ambiente opresivo de la crisis en tu creación?
No. El clima ese está afuera de la obra. La obra es una evasión de ese clima social. Es una defensa esta posibilidad de trabajar, por eso es importante ser ayudados.
¿Te sentís integrante de una generación pionera de la danza contemporánea?
Sí, aunque los pioneros son en realidad la generación anterior. Pero sí, siento una pertenencia a una corriente, a un estilo. Es la generación de los que nos formamos en el ballet de Oscar Araiz y que estudiamos con Renate Schottelius y Paulina Ossona, una generación marcada por el expresionismo, la técnica Limón … yo creo que a mí me queda bastante de esa tradición.
¿Después qué pasó? ¿Hubo una continuación o un bache en el trasvasamiento generacional?
Hubo un bache real de siete años entre que se cerró el Ballet del San Martín y se volvió a abrir en 1977 cuando se reabrió conmigo como directora. Hoy lo que ocurre es que llegan otras corrientes, otras tendencias, la gente se interesa por otros temas. Así surge un movimiento más joven …
¿Cómo ves a la Argentina hoy?
Es muy doloroso lo que pasa acá. Es bastante insoportable. Se siente una sociedad muy enferma. Un poco de desesperanza. Yo pienso que vamos a salir, pero … . Todo lo que he visto de danza últimamente busca separarse de lo que pasa en la vida cotidiana.