sábado, abril 29, 2006

Julio Sosa, El Varón Del Tango

Tango
Por Bárbara Lignelli
Julio María Sosa Venturini nació en Uruguay en 1926 y falleció trágicamente en plena juventud y esplendor, tras un accidente automovilístico que sufrió en Buenos Aires a los 38 años.

Es recordado como un destacado cantor de tangos, escritor y actor en tiempos en que el tango era dejado de lado por otros géneros musicales.

Su personalidad y voz recia eran amadas por el público. Una multitud presenció el último adiós a "el varón del tango", uno de los más grandes intérpretes de la música rioplatense.

El 2 de febrero de 1926 en la ciudad uruguaya de Las Piedras, Departamento de Canelones, llegó al mundo Julio Sosa en un hogar muy pobre y humilde, donde faltaban muchas cosas, menos el cariño y el amor.

Su familia era de gente honrada y trabajadora: Luciano Sosa, el padre, era peón de campo y su adorada madre Ana María Venturini, lavandera.

En su ciudad natal realizó los estudios primarios, aunque con ciertas intermitencias puesto que la dura realidad familiar lo obligó a trabaiar desde temprana edad, realizando distintas actividades: supo ganarse la vida como lustrabotas, repartidor de farmacia, vendedor de rifas, canillita, vendedor ambulante, podador municipal de árboles, lavador de vagones, guarda, cobrador en transportes públicos, y durante su adolescencia también llegó a ser marinero de segunda en la aviación naval, carrera en la cual duró muy poco por no poder resistir su severidad.

Durante su época de canillita solía leer con gran entusiasmo revistas populares de música que traían letras de tangos que el joven Julio fijaba rápidamente en su memoria.

Todo lo realizado para ganarse la vida no le impidió a Julio desarrollar su verdadera vocación: el tango, al que entregó la vida y el alma. En 1942 comenzó a recorrer cafés cantando como aficionado, entre ellos el Café "Luces de Canelón Chico", en Montevideo.

Tras ganar un concurso de tango se inició como vocalista en la orquesta de Carlos Gilardoni y formó parte de las agrupaciones de Epifanio Chaín, Hugo Di Carlo, Edelmiro "Toto" D’Amario como así también de la de Luis Caruso, con quien en 1948 realizó sus primeras grabaciones para el sello Sondor, que fueron cinco en total, entre ellas "Sur" y "La última copa".

El 15 de junio de 1949, con 23 años, llegó a Buenos Aires. Lo primero que hizo allí fue tomar un taxi para dirigirse hacia una dirección que traía anotada desde su país natal.

Durante el viaje Julio entusiasmado fue contándole su historia al chofer, quien al conocer que se trataba de su primer viaje a la Argentina y para probar suerte como cantor, gentilmente lo llevó a recorrer los distintos lugares de la ciudad y una vez en destino no quiso cobrarle.

Años más tarde, cuando ya era un cantante de gran fama, durante un programa televisivo, el agradecido Julio Sosa, hizo un llamamiento hacia aquel taximetrero que tanto lo ayudó en sus primeros tiempos, aunque lamentablemente nunca apareció.

En Buenos Aires integró distintas orquestas con las cuales se presentó en radio, bailes y fiestas. Cantó inicialmente en el café "Los Andes" del barrio de la Chacarita, acompañado por las guitarras de Cortese y Fontana y permaneció por un corto tiempo en la agrupación de Joaquín Do Reyes.

Después se integró a la orquesta formada por Enrique Mario Francini y Armando Pontier. A ellos llegó gracias al periodista y letrista Raúl Hormaza, que fascinado con las grabaciones realizadas en Uruguay por Julio Sosa, después de conocerlo lo presentó a estos grandes músicos que buscaban otro cantante en su agrupación.

De aquel primer encuentro entre Hormaza y Sosa, llevado a cabo en la confitería Nobel, se comenta que el periodista le había dicho que iría vestido con un traje azul cruzado con rayitas blancas para que el cantante pudiera reconocerlo, dado que no se conocían personalmente.

Pero cuando Sosa llegó al lugar se sorprendió al ver que la mayoría de los presentes lucía tal vestimenta, muy de moda en los años ’40. Frente a tal situación el ocurrente cantor no dudo en subirse a una de las mesas y a los gritos preguntó cuál de los asistentes era Hormaza.

Así, con Francini y Pontier realizó -el 1 de abril de 1949- su primera presentación en la boite "Picadilly", de la famosa avenida Corrientes, momento a partir del cual logró consolidar su prestigio como vocalista y mejorar su situación económica y grabó distintos temas como: "El ciruja", "Dicen que dicen", "Viejo smoking", "Por seguidora y por fiel" y "Olvidao". También realizó presentaciones en Radio El Mundo y en salas tanto de la capital como del interior de la Argentina.

Más tarde se incorporó a la orquesta de Francisco Rotundo (1953), realizando junto a ella grabaciones memorables para la compañía Odeón, como es el caso de "Justo el 31", "Bien bohemio", "Mala suerte", "Levantar la frente" y " Dios te salve m’hijo".

En 1955 ingresó en la agrupación de Pontier , ya alejado de Francini, y grabó para la Victor y Columbia. Entre los clásicos de Sosa de ese momento de su carrera, cuando ya era un cantante de gran popularidad en Buenos Aires, se destacan: "La gayola", "¡Quién hubiera dicho!", "Padrino pelao", "Martingala", "Abuelito", "Camouflage", "Enfundá la mandolina", "Tengo miedo", "Brindis de sangre" o "No te apures", "Llorando la carta", "Margó", "El rosal de los cerros", "Carablanca" y "Cambalache", el más que famoso tango de Discépolo que con su grabación volvió a instalarlo en el gusto popular.

Fue en 1958 cuando el artista se independizó, bajo la dirección y con los arreglos del bandoneonista Leopoldo Federico. Así, el popular cantante formó su propia agrupación, con la cual logró lucirse, dado que el virtuoso músico se adaptó especialmente a su estilo.

Con esta orquesta comenzó a grabar en 1961 para la Columbia, cuyo titular del departamento de prensa y promoción, el periodista Ricardo Gaspari, fue quien por su canto recio y su voz tan masculina le puso "El varón del Tango", apodo por el cual se lo conoció y se lo conoce actualmente, siendo ese el mismo nombre que lleva su primer larga duración.

Para este mismo sello discográfico y con compañía de las guitarras de Héctor Arbelo también grabó un repertorio criollo, donde no faltaron valses y zambas.

"El varón del tango" fue el último cantor a la vieja usanza que se caracterizó por su carácter extrovertido, un fuerte temperamento, registros graves y una gran capacidad para adaptarse fácilmente al humor o al drama, moldeado por la rudeza de las circunstancias que le tocaron vivir. Desarrolló un estilo muy personal e inconfundible, de gran influencia y que supo cosechar una multitud de seguidores.

El repertorio de Sosa contó con muchas de las canciones que interpretaba Gardel, junto con temas de los ’40 y revitalizados viejos éxitos de los ’20. Rescató al típico personaje de tangos, el macho de los suburbios que sufre sin lamentarse y cuyas características primordiales son la melancolía, el honor y la virilidad, como es el caso de "Tarde", "La Gayola" y "Amurado", entre muchos otros.

Aunque, por otro lado, la veta humorística no fue dejada de lado y en gran cantidad de sus tangos dejó traducir su gran sentido del humor y simpatía: tal es el caso de "Enfunda la mandolina", "Amurado", de gran éxito y "Padrino Pelado", tango de 1930 que lo recreó al grabarlo en 1955, imitando en su interpretación a un italiano hablando en "cocoliche".

Julio Sosa grabó una gran cantidad de discos que resultaron muy exitosos en popularidad y ventas y sus presentaciones reunían multitudes, aspecto que resultaba totalmente impensable para un intérprete de tango en aquellos días cuando la música ciudadana pasaba por un momento no muy feliz, dado el pleno auge de la llamada "nueva ola" que junto con otros géneros, ponían en jaque a la música ciudadana pero gracias a él, su estilo y la potencia de su voz, el tango logró recuperarse de la caída que venía padeciendo desde mediados de los años ’50.

Pese a destacarse y triunfar como cantor de tangos también mostró interés por desarrollar otros aspectos artísticos: como poeta, en 1960 con la publicación de su único libro, "Dos horas antes del alba"; como letrista de un tango: "Seis años", con música de Edelmiro D'Amario; también como actor de cine, dado que participó en la película de Hugo del Carril "Buenas Noches, Buenos Aires", en 1964 donde interpretó y bailó "El firulete", milonga de Taboada y Mores, una de sus más exitosas y reconocidas interpretaciones, en esta ocasión junto con la actriz y cantante Beba Bidart.

Fanático con locura de los automóviles y de la velocidad, Julio Sosa sufrió varios accidentes al volante; el último de ellos resultó fatal. La madrugada del 25 de noviembre de 1964 en la esquina de la avenida Figueroa Alcorta y Mariscal Castilla, en el porteño barrio de Palermo Chico embistió una baliza de señalización con su DKW Fisore rojo. Fue internado pero su cuadro fue irreversible y falleció el 26 por la mañana, cuando contaba con sólo 38 años.

La masiva concurrencia al velatorio de "el Varón del Tango", quien se encontraba en su momento de mayor esplendor y con una gran carrera por delante, forzó que la despedida del ídolo terminara realizándose en el famoso Luna Park, estadio de box de gran capacidad donde también fuera velado Carlos Gardel.

Una innumerable cantidad de personas pasó por allí a darle el último adiós a su ídolo, aquel que con su canto unió la región rioplatense. Curiosamente, apenas un día antes del trágico accidente, durante su última presentación radial, interpretó el tango "La gayola", que en una parte de su letra reza: "pa’ que no me falten flores cuando esté dentro ‘el cajón".

Fue llorado por todo un pueblo y es hasta el día de hoy recordado y homenajeado como lo que fue: una figura ineludible, una verdadera insignia en la historia del tango, uno de los más grandes intérpretes de la música ciudadana de todos los tiempos que a pesar de su temprana desaparición, su impronta seguirá siempre presente en sus discos y en los corazones de quienes lo amaron, aman y amarán.
Fuente

domingo, abril 23, 2006

Día De La Resistencia Indígena

Por Ronny Velásquez
Good Vs Evil
Ninguna consideración se tuvo con el auténtico poblador de este continente. Cifras actuales que analizan los censos elaborados por los mismos conquistadores en la época colonial demuestran que este territorio mal llamado América a partir de 1507, albergaba una población que superaba los 100 millones de habitantes. No obstante, en 150 años de colonización y de conquista, aperas quedaban 3 millones de indígenas.

Desde este punto de vista, ¿cómo no sentirse dolido por un hecho tan inusitado y de tanta trascendencia? Es decir, se perdieron seres humanos, con su cultura y sus lenguajes autóctonos y con sus diversos sistemas religiosos, tecnologías, calendarios, conocimientos del cosmos, sistemas numéricos, medicina, arquitecturas monumentales, escuelas, música, instrumentos musicales, sistemas míticos y literarios, entre tantas otras manifestaciones culturales con los cuales, los seres humanos de este continente, ahora seríamos diferentes.

Pero es necesario reconocer que esta lucha tiene un germen antiguo, los miles de luchadores que defendieron la causa de su propio pueblo, como el mismo Cacique Guaicaipuro que cayó en una batalla desigual, después que habían masacrado a su esposa y a sus pequeñas hijas.
También podríamos mencionar a Nicarao, a Guamá, a Moctezuma, a Atahualpa, a Lempira, todos muertos por los invasores y traicionados y asimismo a los demás millones que cayeron uno a uno con su pueblo porque nunca aceptaron ni la religión, ni la cultura impuesta por el invasor.
Esta historia no es contada por la historia oficial, la historia lamentablemente la han escrito siempre los representantes de los “vencedores” y no los vencidos porque no se les dio nunca la oportunidad de hacerlo o porque al hacerlo, no se les tomó en cuenta porque ellos, según la cultura de la dominación “no están en capacidad de hacerlo”.

Muchísimos textos de la historia están llenos de desconsideraciones sobre los indígenas que sobresalieron de lo común. Arnold Toynbee (1889-1911) por ejemplo, que era un gran historiador inglés y muy influyente en la historia universal, reconocía que sólo existían 4 clases de nacionalidades adecuadas: La inglesa, la alemana, la escandinava y la noruega.
A partir de esta premisa, todas las demás, debían ser discriminadas. Luego, si venimos a América Latina, nos encontramos con historiadores y pensadores que han sido influyentes y que también han despreciado hasta su propia cultura y más aún la cultura indígena.

Mario Vargas Llosa por ejemplo, el escritor peruano, laureado por sus escritos, ha afirmado que “no hay más remedio que modernizar a los indios, aunque haya que sacrificar sus culturas para salvarlos del hambre y de la miseria”.
Los Estados Unidos mandaron a 25.000 indios norteamericanos a pelear en la Segunda Guerra Mundial en 1945, de ellos sólo regresaron 15.000. En 1614, el Arzobispo de Lima, mandó a quemar todas las quenas y los demás instrumentos de música de los antiguos Inkas, con la excusa de que “las danzas, el canto y las ceremonias de los indios tenían influencia del demonio”.

Otro Arzobispo de Buenos Aires auspiciaba y celebraba la matanza de los indios Araucanos del Río Negro en el Sur de Argentina porque se necesitaba exterminarlos a todos para poblar la Pampa de beneficios para los argentinos cristianos. Estas actitudes fueron apoyadas por escritores de la talla de Domingo Faustino Sarmiento que elogiaba la lucha contra los indios y apoyaba la búsqueda de los auspicios para su exterminación.
Hernán Cortés, en una sola tarde mató en Tenochtitlán a más de tres mil indios, entre ellos niños, mujeres y ancianos, encerrados en la ciudad amurallada, a quienes había convocado para llegar a un acuerdo de paz y en su carta al Rey le dice que “Dios le dio tanta victoria que pudo matar a tres mil infieles aztecas”.

Pero es que el problema no es sólo de los españoles, podemos citar otros casos similares al del mismo Vargas Llosa, pues en Bolivia, un historiador prestigioso boliviano, llamado Gabriel René Moreno afirmaba que “los indios eran asnos que sólo generaban mulos cuando se cruzaban con la raza blanca”, por lo tanto, estas uniones no debían permitirse. El mismo Ricardo Palma que escribe sobre las Tradiciones Peruanas dice que “los indios pertenecen a una raza abyecta (despreciable) y degenerada y que para que podían servir”.

De esta manera podríamos citar muchísimos ejemplos del desprecio y del exterminio del indio y estos datos son hoy parte de la historia de América que para ser sinceros no es una historia lejana, es también parte de la historia reciente, como ocurrió con la matanza de los Indios Barí en la Sierra de Perijá, Estado Zulia en 1970, o la matanza perpetrada por unos hacendados contra los indígenas Cuiva en La Rubiera, Estado Apure en 1976, o las masacres de indígenas que se han producido en Guatemala, Brasil, entre otras formas de exterminio como en Hawai, por el despojo, en Uruguay porque mandaron a los últimos Charrúa a un zoológico de Paris, o en Chile las matanzas fueron fuertes por conquistar el Sur, o en Panamá, por inundar las tierras para hacer una represa, entre tantos otros ejemplos que podríamos mencionar con precisión y exactitud.

La colonización y lamentablemente, los descendientes de los colonizadores nunca han entendido al indio, pero el problema no es sólo el conflicto étnico, el problema es económico, religioso, y el temor y el horror que causa el hecho de que el indio tenga la posibilidad de recuperar el sentido y el norte que ha perdido, esto incluye su religiosidad, sus chamanes, sus lenguas, su cultura en general, pero no sólo eso, sino también, sus raíces dolorosas y el reclamo de sus territorios y de sus riquezas arrebatadas. Ya hay indígenas que están sacando cuentas de lo que se ha perdido a través de la colonización y del llamado “descubrimiento”.

El Cacique Guaicaipuro Cuautemoc, cacique actual de esta América indómita y de resistencia afirma con cifras exactas que entre 1503 y 1660, es decir, en 157 años, salieron de estos territorios con destino a Sanlúcar de Barrameda, puerto de España, en Cádiz, la cantidad de 185,000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata.
En sus análisis, él no considera que pueda ser un robo, porque al ser cristianos, los españoles, como afirmaban, estarían faltando entonces al 7º mandamiento de la Ley de Dios. Y propone con sobrada razón que se le exija ahora a Europa la devolución de estos metales preciosos con sólo un mínimo de interés del 10 % acumulado por sólo 300 años, es decir, dándoles 200 años de gracia y afirma que esta sí es una deuda histórica.

A esto le agregamos nosotros, el hecho inusitado que por supuesto, nunca podrán pagar, como es la sangre de los 97 millones de indígenas, o de seres humanos que mataron a lo largo de este continente, en sólo 150 años, es decir, en el mismo período que sacaron tanta riqueza de estos espacios que le corresponden por derecho propio a los indios americanos, sin contar por supuesto, con el sistema de esclavitud impuesto a los negros africanos a quienes no se les consideraba seres humanos y que, en un período de 355 años de esclavitud, (1518-1873) se importaron a estas tierras, 10 millones de negros africanos que vinieron en forma legal, amén de los que se traían por contrabando y negociaciones fraudulentas, para vivir en las condiciones más infrahumanas. Así que, tanto “indios” como “negros”. Siempre fueron vistos con desprecio por los colonizadores.

Existen infinidad de textos que se expresan con el menosprecio más absoluto sobre ellos. En el libro de Antonello Gerbi por ejemplo, La disputa del Nuevo Mundo, destaca en la página 132: “Estos salvajes no sólo son degenerados, (es que) tampoco son hombres caídos, (del cielo) al igual que los calmucos (mongoles) y los negros, ellos no descienden de Adán y Eva, no sufren las consecuencias del pecado original y por lo tanto, no han sido redimidos por Cristo. (Gerbi, FCE, 1982, 132), Y así, podríamos citar cientos de otros textos similares.

El hecho de tomar en cuenta este largo reclamo, y que se instituya entonces, el Día de la Resistencia Indígena, es justicia. El mismo Simón Bolívar ya se planteaba el deseo de resolver los problemas que afrontaba el indígena y así lo declara en sus escritos: “Nuestros hermanos indígenas se hallan en un estado de abatimiento verdaderamente lamentable. Yo pienso hacerles todo bien posible: primero por el bien de la humanidad y segundo porque tienen derecho a ello”.

Así, se acogió aquella propuesta que ya venía asumiéndose en varios seminarios, encuentros, asambleas, clases, conferencias, etc, pero que toma cuerpo en la ya elaborada propuesta definitiva que se hiciera a parir del Encuentro de pueblos indígenas y Campesinos, llevado a cabo en Caracas entre el 11 y 14 de octubre del año 2003, en el cual se pidió un alto al culto a Cristóbal Colón y a la vez, se le solicitó que se eliminara de una vez y para siempre, el mal llamado “Día de la Raza” que se había impuesto como decreto desde 1921 y que se considerara este hecho histórico como el Día de la Resistencia Indígena Planetaria, tomando en cuenta la defensa de la biodiversidad, la diversidad linguística, el diálogo intercultural y el respeto por la dignidad humana de todos los seres del mundo excluidos, tanto en América como en África, Oceanía y el Norte de Europa.
Esta realidad está presente en toda la América indígena a través de más de 500 años. No olvidemos que armas de la conquista también fueron los caballos, las cuerdas, la religión, la trampa, el engaño, la traición, las enfermedades como la viruela, el sarampión, la lepra, enfermedades venéreas, etc.
Pero hay otra arma que es quizás una de las más potentes, que es el lenguaje, el idioma de Cervantes que se ha impuesto. Esta arma tiene la virtud de convencer aún a muchos de los mismos conciudadadanos de estas mismas tierras para que influyan negativamente en la manera de ser y de pensar de los entes de poder y así, se impone un LOGOS que normalmente, es perjudicial para los pueblos indígenas y para una gran cantidad de excluidos que al verse tan desprotegidos y al percibirse de vivir en una situación tan paupérrima, miserable y de inequidad, sólo han entendido que esa es la voluntad de Dios y tal entendimiento los vuelve pacíficos y aceptan con humildad una actitud de dominados por el destino sin acceder a pensar en sus potencialidades o en analizar que no se les ha dado oportunidades para demostrar sus posibilidades.
Hoy día, ya se esfumaron los sistemas colonialistas de explotación, pero surgen otros más poderosos: los mecanismos del mercado en sus aspectos neoliberales bajo las orientaciones descaracterizantes del capitalismo desbordado que se acompaña de la tecnología arrasante de la globalización que abre la enorme brecha entre los países que dominan la tecnología y los que seguimos poniendo la materia prima, la fuerza de trabajo y los espacios geográficos en los cuales no importa para ellos, la destrucción del medio ambiente, de las fuentes de agua, ni de la naturaleza.

Ni tampoco importa la muerte de los obreros que trabajan y que se exponen por un jornal miserable para darle de comer a su familia. Hay que tener en cuenta que ese fenómeno de la globalización, nos corroe las venas ya que se nos inserta en el uso de las energías más destructivas para el ser humano, como la energía nuclear, la energía celular, la energía de micro hondas, entre otras, o nos hace depender de todo lo que nos ofrece el mercado mundial.
Todo ello no surge de la convivencia armónica entre pueblos y países del continente, no, ello surge a través de los intereses hegemónicos de las potencias que manejan el mercado mundial y que además, influye en las diversas economías regionales y aún globales para imponer su dominio y extraer los máximos rendimientos en ese movimiento del gran capital transnacional.

Favorablemente hoy día, los pueblos oprimidos del mundo han dicho NO, ya basta, y este Milenio será por tanto el Siglo de las reivindicaciones de los pueblos indígenas y de los excluidos, quienes exigirán el respeto y la valoración de su cultura y de sus sistemas de vida, aunque haya que tumbar por el suelo todas las imágenes simbólicas de la dominación.
Fuente: ENcontrArte.

martes, abril 18, 2006

¿Ciudad Católica?

Gold Cross
Se edificará a 150 kilómetros de Miami. Llevará el nombre de Ave María. Será una ciudad católica. Con todas las letras, pero no precisamente universal, en el sentido original de la palabra católica.

Porque estará limitada a quienes acepten ciertas reglas de juego, tales como que las farmacias no vendan ningún elemento que pueda usarse para el control artificial de la natalidad; o que sus hospitales no practiquen el aborto.

El autor de la idea es el norteamericano Tomás Monaghan, quien vendió en 1.000 millones de dólares su inmensa cadena de pizzerías, para construir esa Ciudad de Dios, que dispondrá de 11.000 viviendas en un predio de unas 200 hectáreas.

Más de un católico festejará el acontecimiento, pensando que será una ciudad ideal. Es la vieja idea -de tono fundamentalista- cultivada por diversos grupos a lo largo de la historia. Es la necesidad de abroquelarse frente a tanto pecado que pulula en la sociedad, incluso con leyes que lo favorecen, o al menos lo toleran.

No tengo la menor duda sobre la sinceridad y la generosidad de Monaghan. Es plausible también su incondicional amor a la Iglesia en general y a sus fieles en particular.

Ni qué decir de su buena disposición para hacer que al menos 30.000 católicos -cifra aproximada de sus futuros habitantes- puedan disfrutar de toda una ciudad hecha a medida para ellos.

¿A medida? La vocación cristiana parte de un llamado especial, proveniente de Dios, para que el hombre crea en Jesucristo, conozca su mensaje y lo viva lo más santamente posible.

Este llamado a vivir la buena noticia del evangelio debe trascender la esfera personal, para proyectarse en la familia, la Iglesia y la sociedad en general.

Digámoslo francamente: esa especie de gran country religioso no responde a la concepción cristiana de la vida en la ciudad. Nada que ver con ser levadura en la masa ni sal en la mesa ni luz en las tinieblas.

El verdadero desafío del cristiano consiste en ser testigo de Jesús inmerso en el mundo de los hombres. Como lo hizo el mismo Cristo, y pide que lo hagamos cuantos queremos seguir su ejemplo.
José Ceschi.

sábado, abril 15, 2006

JOHN DENVER

John Denver (31 de diciembre, 1943 - 12 de octubre, 1997), nacido Henry John Deutschendorf, Jr., fue un cantante, compositor, músico y actor americano. Denver murió con 53 años de edad en la costa de Monterrey, California cuando pilotaba un Rutan Long-EZ, un avión experimental de fibra de vidrio.

John Denver nació en Roswell, Nuevo México. Su padre, Henry Deutschendorf, Sr., era oficial de las fuerzas aéreas e instructor de vuelo. Denver nació cuando su padre estaba en el Roswell Army Air Field. Creció en numerosas bases del sudoeste americano. Denver entró en el instituto en Fort Worth, Texas y más tarde en el Texas Tech donde fue miembro de la fraternidad Delta Tau Delta.

Su introducción en el mundo de la música llegó a la edad de doce años cuando su abuela le regaló una guitarra acústica 1910 Gibson. Empezó a actuar en clubs locales cuando aún estaba en la universidad. En 1964 abandonó la universidad y se mudó a Los Angeles, California para ingresar en el Chad Mitchell Trio, un grupo folk. Dejó el grupo, por entonces conocido como Denver, Boise y Johnson, en 1969 para empezar una carrera en solitario.

Este mismo año lanzó su primer LP, Rhymes and reasons. Durante los cuatro años siguientes, álbumes como Whose Garden Was This, Take Me to Tomorrow y Poems, Prayers and Promises se estableció como una estrella de la canción americana popular.

Denver tenía una exitosa carrera como cantante y compositor, y una carrera menor como actor -su película más notable, hecha en 1977, fue Oh, God!. En 1994 escribió una autobiografía titulada Take me home. Se mudó a Aspen, Colorado persiguiendo su primer éxito en solitario con Leaving on a Jet Plane.


Denver no sólo es conocido como cantante, también lo es por su labor humanitaria. Trabajó extensamente en proyectos de conservación y ayudó a crear el Arctic National Wildlife Refuge en Alaska. También fundó su propio grupo ecologista llamado Windstar Foundation.

Denver tuvo también mucho interés en las causas y las soluciones del hambre, y visitó África durante los 80 para ser testigo de primera mano del sufrimiento causado por el hambre y también para trabajar con los líderes africanos detrás de una solución. Denver testificó junto a Frank Zappa y Dee Snider en un asunto de la censura en una audiencia de la PMRC en 1985.

Después de una agradable experiencia en The Muppet Show, grabó otros dos especiales con muñecos: John Denver and the Muppets: A Christmas Together (1979) y John Denver and the Muppets: Rocky Mountain Holiday(1982). Desafiando todas las etiquetas convencionales, John Denver ocupó un singular lugar en la música americana: un compositor cuyo inmenso trabajo popular que habitaba el mundo natural.

Canciones como Take Me Home, Country Roads, Leaving on a Jet Plane o Rocky Mountain High son famosas en todo el mundo. Las características de sus canciones son: una melodía dulce, un acompañamiento de guitarra elegante y unas verdadera convicción en sus letras. Fue uno de los pocos cantantes occidentales conocidos más allá de Europa, incluyendo África, India y el sudeste asiático.

En los meses inmediatamente anteriores a su muerte en un accidente de avión en 1997 a la edad de 53 años, estuvo grabando un episodio de Nature Series, centrado en las maravillas naturales, la inspiración de sus canciones más queridas. El resultado es una película conmovedora y melódica que registra sus últimos viajes en el yermo y contiene su última canción Yellowstone, Coming Home, compuesta mientras navegaba por el río Colorado con su hijo y con su hija pequeña.

Denver tuvo dos pasiones en su vida: la música y volar. Como piloto experimentado, Denver tenía su propio Lear Jet, planeadores y voló en aviones acrobáticos y a veces en un F-15.


Esta pasión por el aire le costó a Denver la vida cuando cayó al mar en su recientemente adquirido Rutan Long-EZ el 12 de octubre de 1997.
Fuente: Wikipedia.

Partiendo En Avión
(Leaving on a jet plane)

Mi equipaje ya está preparado estoy listo para irme
estoy aquí en la puerta
me da mucha lastima despertarte para despedirme.

Pero está amaneciendo, ya es de día.
El taxi me espera y toca el claxon
todavía me siento tan solo que creo morir.

Pues bésame y sonríe, dime que me esperarás
abrázame como si jamás quisieras soltarme.
Por que parto en avión. No sé cuando regresaré.
ay cariño me da pena irme.

He hecho tantas tonterías. De tantas maneras te he decepcionado.
Pero ahora te digo que no era en serio.
Donde quiera que vaya pensaré en ti.
Cada canción que cante la cantaré para tí.
Cuando regrese te traeré tu anillo de compromiso.

Ha llegado el momento de dejarte,
una vez más déjame besarte,
cierra los ojos y partiré ...

martes, abril 11, 2006

Cultura Paracas

Entre el año 900 y el 400 a. de C. floreció otra civilización en la costa sur del Perú, la de Paracas. La cultura de Paracas es conocida sobre todo por sus tejidos, que se han conservado en perfecto estado gracias a la extrema aridez de la zona.

Los muertos eran amortajados con telas y enterrados en tumbas, en las que la sequedad del aire momificaba los cuerpos. Dichas mortajas son de gran interés arqueológico ya que las telas están bordadas, tejidas o pintadas de forma muy elaborada con motivos felinos claramente relacionados con los de Chavín de Huantar, en el altiplano.

También se aprecia una clara influencia chavín, especialmente en lo relacionado con la utilización de la iconografía felina, en las vasijas con forma de efigie halladas en la necrópolis de Paracas.

El estilo general de los objetos producidos en la región costera del sur del Perú se inclina más por los motivos sencillos y angulares que se aprecian en los tejidos de Paracas, que por el detallado realismo y las formas redondeadas de las esculturas de arcilla y de metal características del arte de la zona norte peruana.

Por lo tanto, la decoración de la cerámica de Paracas es muy estilizada, con diseños realizados mediante incisiones, y policromada con colores brillantes. Las vasijas suelen ser de doble pico y base redondeada, en lugar de tener asa de estribo y fondo plano como las de la costa norte.
por el Lic. José manuel Guardia Villar

A finales del Período Formativo Superior (500 a.C) florece en la Península de Paracas una cultura extraordinaria por su gran aporte a la tradición textil peruana. En 1925, el arqueólogo peruano Julio C. Tello descubre en los cementerios de Cerro Colorado y Cavernas cuatrocientos veintinueve fardos funerarios, muchos de los cuales contenían hasta dieciséis mantos además de esclavinas, turbantes, paños y demás adornos de uso personal.

Tello, con base en el patrón de enterramiento, divide a la cultura Paracas en dos épocas. Los tejidos Cavernas se caracterizan por ser de tipo geométrico y rígidos, predominando la técnica de doble tela. En ellos existe aún una fuerte reminiscencia en la representación del felino o seres antropomorfos geometrizados con cabellos serpentiformes.

Los tejidos Necrópolis, en cambio, presentan mayor maestría y delicadeza en los diseños debido a que eran bordados, lo cual permitía obtener hermosos motivos y creaciones llenas de color. Se representa personajes sosteniendo báculos o cabezas trofeo con fajas que atan a su cintura y se transforman en serpientes bicéfalas, con tocados rematados en un cuchillo ceremonial, nariguera, bigotera, etc.

En segundo orden, destacan los diseños naturalistas tomados tanto de flora y fauna tales como: serpientes, aves, felinos, peces, frutos, flores,etc. A esta época corresponden los mantos ceremoniales que se caracterizan por presentar una tela llana base sobre la cual se bordan los motivos decorativos en lana de camélido teñido en la más diversa armonía de colores, haciendo de estos tejidos los más bellos del arte textil precolombino.

La península de Paracas, al Sur del puerto de Pisco, está, hoy totalmente cubierta por la arena y las dunas, es un desierto azotado por el viento, que semeja un país muerto. Las más recientes excavaciones dieron la razón a la señora Carrión Cachot.

Esta investigadora de la arqueología peruana, ya fallecida, afirmó con insistencia que, en épocas antiguas, parte del desierto de Paracas se había convertido en un país fértil, si se hubiera extraído la arena del desierto hasta una cierta profundidad y descubierto así el fondo húmedo. Esta humedad era originada por corrientes subterráneas.

Con anterioridad se habían encontrado ya habitaciones subterráneas en el curso de excavaciones efectuadas por los peruanos en la península de Paracas. Pero las más recientes excavaciones han puesto al descubierto viviendas completas, cubiertas con techo de paja. Se hallaron también cementerios y restos de población.

Desde que Tello visitó varias veces la península, entre los años 1923 y 1925, y descubrió una necrópolis con más de cuatrocientas momias en sus envoltorios funerarios; al aparecer a la luz del día las soberbias mortajas las autoridades peruanas tomaron medidas para que nadie robara tan valiosa propiedad nacional. Hasta hace poco ningún arqueólogo había obtenido licencia para excavar en la península.

Nadie pudo impedir, sin embargo, que los buscadores de tesoros desenterraran piezas de la extraña cerámica de Paracas y momias amortajadas con valiosos tejidos, y los vendieran a altos precios fuera del país. Sin embargo en el mercado artístico apenas han aparecido hasta ahora tejidos de Paracas. Sus elevadísimos precios siguen aumentando constantemente.

Antes de que el nombre de Paracas se conociera fuera del Perú, algunos de sus extraordinarios tejidos habían llegado ya a museos o a manos de coleccionistas. Desde hace muy pocos años se sabe que el llamado estilo de Paracas no es propio únicamente de dicha península sino también de los valles de Nazca e Ica, situados un poco más al Sureste.

Se acostumbran a distinguir dos fases en la cultura Paracas: la de las "cavernas" y la de las "necrópolis". La fase de las "necrópolis" se considera posterior; su denominación se basa en los dos tipos de enterramiento dados a conocer por Tello. Los bordados de los llamados mantos son incomparables por los delicados matices de su colorido. Su color y su calidad, como escribe Junius Bird, uno de los mejores conocedores de los problemas técnicos de la arqueología andina, jamás volvieron a repetirse después.

No puede ponerse en duda la sucesión en el tiempo de "cavernas" y "necrópolis". Es curioso que la fase de las "cavernas" no posea un arte del tejido tan extraordinario, pero haya producido sin embargo una cerámica policromada de gran interés, mientras que en la fase de las "necrópolis" los objetos de barro de color uniforme palidecen frente al esplendor único e inimitable de sus tejidos.

Una gran cantidad de tipos de tejidos eran ya conocidos en las fases "cavernas", entre ellos la estameña, y también los bordados de punto llano con hilos de lana sobre tejido de algodón. Junto a los colores naturales de la lana y el algodón, blanco y pardo, existían dos matices de rojo y un azul verdoso.

La simple pintura sobre tejido de algodón acostumbraba a usarse en una especie de velo que servía de máscara para las momias; la pintura es muy sencilla, en distintos tonos de amarillo o marrón, un poco de rojo y menos azul. Se representaban figuras de dioses o serpientes.

El proceso de preparación más importante para tejer era el hilado de los copos. Prueba de ello es que con simples husos de mano se lograban producir estambres extraordinariamente delgados. Además del algodón se utilizaba ya un poco de lana de llama; su uso aumentó gradualmente, lo cual era señal de crecientes relaciones comerciales con las regiones montañosas, ya que únicamente en ellas viven las diferentes especies de camélidos productores de lana.

Las llamas y las alpacas, los únicos grandes animales domésticos de América, debieron criarse en la Sierra en época relativamente temprana, mientras que la vicuña, más esbelta y elegante, y con mejor lana sólo vivía en estado salvaje.

En la época de los incas se organizaban de uno en otro año cacerías de vicuñas para los emperadores incaicos. Los animales, encerrados en rediles, eran trasquilados y puestos nuevamente en libertad. Su finísima lana se reservaba para el atuendo de los personajes más importantes.

Las tumbas llamadas "cavernas", son cavidades excavadas en las rocas con gran esfuerzo y considerable gasto de energía; la parte superior de estos sepulcros está a veces tapiada y alcanzan una profundidad superior a los siete metros. En el fondo, los pozos se ensanchan formando cámaras funerarias de planta circular. El tipo básico de estas sepulturas era usado también en el Oeste de Méjico, en Colombia y en algunas provincias de la montaña ecuatoriana.

Las primeras tumbas de Paracas, descubiertas por Willian Duncan Strong, en Ocucaje, valle de Ica, en el año 1953, contenían solamente un cadáver y eran fosas estrechas, mucho más sencillas que las descritas, cubiertas con cantos de río circulares o masas de arcilla.

Por el contrario en una sola de las tumbas excavadas en forma de botella y descubiertas en la península de Paracas, se encontraron hasta cincuenta y cinco cadáveres, envueltos en sencillos ropajes de algodón. Se pudo comprobar que en muchos de los cráneos había señales de trepanación, practicada tal vez por razones de magia medicinal.

Se trata de una operación común a varias culturas del mundo antiguo. Los orificios de algunos de estos cráneos de Paracas aparecen cubiertos por una placa de oro. Se encontraron también cuchillos de obsidiana que debieron servir de instrumentos quirúrgicos; con ellos practicaban los médicos-sacerdotes las arriesgadas operaciones.

La conocida necrópolis de la península propiamente dicha posee cámaras subterráneas rectangulares, de las que Tello extrajo, ya en los años veinte, más de cuatrocientas momias ataviadas con riquísimos tejidos. En este lugar se observa una gran pompa en el culto que se tributaba a los muertos, no superada en épocas posteriores de la historia del Perú.

Los vivos parecen haber pasado toda su existencia pensando en la muerte, mientras tejían los delicados mantos o bordaban los dibujos de las grandes mortajas con el típico colorido, de gran belleza ornamental. Casi ninguno de estos vestidos fue llevado en vida, se tenían exclusivamente para los muertos, a veces se confeccionaba repetidas veces una misma prenda para la misma persona.

Las momias, desnudas y en cuclillas, se envolvían en varios ropajes de basto tejido de algodón como si se tratara de las capas de una cebolla, la boca y los ojos se cubrín a menudo con pequeñas placas de oro y los dedos de las manos y pies se ataban con cordones.

Los rostros oscuros se cubrían con polvos de óxido de hierro y adquirían un color de sangre fresca. las cabezas, que se deformaban desde la primera infancia por procedimientos antinaturales, resultaban de una estrechez anormal.

Es posible que antiguamente en la península de Paracas, hoy totalmente desértica, se mecieran al soplo del viento extensos campos de algodón, llenos de flores rojas y amarillas. Sus blancas semillas proporcionaban la materia prima para la gran variedad de vestidos y ropajes funerarios que los indios confeccionaban.

Los "mantos", los grandes sudarios adornados con bordados simbólicos o recamados, son auténticas obras de arte. Su contenido religioso, aparte de otros méritos, los sitúa entre las grandes obras del arte universal.

Se representan seres mitológicos, monstruos, guerreros y danzarines con pequeñas cabezas de enemigos como trofeo de guerra, aves representadas con mayor o menor naturalismo, peces y anfibios junto a extraños engendros propios de la fantasía de un pueblo místico.

Existen demonios que vuelan por el aire, arrojan serpientes por la boca y llevan a menudo coronas en su cabeza, sostienen abanicos de plumas, mazas, carcajes y cuchillos para sacrificios en sus garras de animal. Por todas partes encontramos cabezas cortadas mostrando los dientes; a menudo se simplifican mucho y parecen trofeos mágicos de terribles divinidades.

Hay algo en estos tejidos que posiblemente atrae mucho más a nuestros ojos humanos que a los de los dioses a los que se destinaban; es la riqueza y la armonía de los colores. Tras un minucioso estudio comparativo han podido contarse 190 gradaciones de color y 22 colores diferentes en un sólo manto.

Los colores minerales y vegetales se han conservado casi inalterados. El ritmo de los colores en una sucesión de figuras iguales dentro de un solo tejido, ha sido interpretado por Tello como el simbolismo de un calendario lunar, obedeciendo seguramente a reglas de carácter religioso.

Lo que nosotros suponemos efecto de una intención puramente decorativa, obedecía sin lugar a dudas a un sentimiento religioso. El sentido de la armonía en el color y la composición de las figuras dentro de una tónica es verdaderamente única. Se ha calculado que la confección de estos grandes sudarios debió costar varios años de trabajo.

Los pintores modernos, cuyas obras no se destinan a los muertos ni a los dioses, sino que son producto de un juego individual de sentimientos puramente personales, terminan sus obras en mucho menos tiempo.

En la famosa necrópolis de Paracas sólo se encontraron momias masculinas. ¿Se trata acaso de dignatarios sacerdotales que, en el más allá, servían de abogados ante los dioses? Ubbelohde-Doering fue el primer investigador que expuso con claridad la idea de que los personajes y objetos pintados eran oraciones gráficas, más adelante tendremos ocasión de comprobar la verdad de esta opinión.

Entre las momias se encontraron además algunos envoltorios que no contenían ningún cadáver sino que estaban llenos de habichuelas. El rápido desarrollo de este importantísimo alimento lo convirtió en un símbolo de fecundidad.

Aparecen también en uno de los pocos tejidos de algodón pintado de las necrópolis de Paracas. En él se representa un demonio en figura de felino o un sacerdote ataviado como tal, representado con gran realismo. Las pinturas sobre tejido vuelven a aparecer en épocas posteriores.

La cerámica de la fase de las necrópolis posee una mayor perfección técnica que la de las cavernas; las paredes de las vasijas son más delgadas y mejor cocidas. Un experto (Kroeber) afirma que la producción cerámica de esta época, de color marfileño y sin decoración, "posee una elegancia refinada y muy especial; es el punto final, muerto, de una evolución artística".

Las excavaciones por capas, realizadas por W. D. Strong dieron como resultado el descubrimiento de la prioridad de la cerámica de las cavernas, designada por este investigador con el nombre de "estilo primitivo de Paracas". Esta cerámica inaugura la tradición de la policromía, característica de la cerámica peruana meridional.

Existen botellas de cuello delgado, con o sin asa, bandejas profundas, recipientes con dos caños unidos entre sí por un puente que constituye el asa, y también otras del mismo tipo con una cabeza humana o zoomorfa en lugar de una de las bocas.

Entre las manifestaciones más curiosas de este estilo encontramos toscas figuras de barro llanas y achatadas, decoradas con incisiones, una pintura fría, con los contornos acentuados por gruesas líneas incisas, una especie de "cloisonné", caracteriza y relaciona todas estas formas.

Los colores pastosos, poco brillantes, se aplicaron seguramente en polvo, con un medio de fijación insuficiente, después de la cocción; ello explica su poca estabilidad. El brillo velado de esta decoración posee, sin embargo, un especial encanto. Un rojo profundo, un amarillo oscuro que predomina y un verde oliváceo o azulado constituyen toda la gama. Aparecen también vasijas de color negro, sin decoración.

La frecuente representación de seres mitológicos con rasgos de fiera, sitúa el estilo primitivo de Paracas dentro del Horizonte de Chavín. Además del "cloisonné" existe la decoración puramente geométrica, pintada con la llamada "ténica negativa", resaltan en color claro, que es en realidad el fondo destacado bajo una capa de color pardo oscuro.

En la primitiva cerámica de Paracas alternan muchas veces en un mismo recipiente, la pintura negativa con la decoración positiva, de contornos incisos que antes hemos descrito; mientras que en el estilo posterior se emplea la técnica negativa en muy pocas piezas y, finalmente, siempre sola.

El gusto por las curvas y espirales, típico del estilo Chavín, contrasta con las ornamentaciones angulosas de la cerámica Paracas.

viernes, abril 07, 2006

El Evangelio De Judas, ¿Confusión O Negocio?

Russian Cross
Destaca especialista en religiones que la aparición del supuesto Evangelio de Judas no es una sorpresa pues se sabía de su existencia desde 1970; "es un golpe mediático, publicitario y propagandístico", asevera.
Claudia Castro - El Universal, Ciudad de México. Viernes 7 de abril de 2006

Ni un solo cimiento, ni idea se modificarán dentro de la Iglesia por la aparición del Evangelio de Judas, dado a conocer el día de ayer por The National Geographic, opinó Jorge Traslosheros, investigador de la UNAM y especialista en religiones.

"No es extraordinario que haya aparecido el documento en estos días, los analistas tienen conocimiento del mismo desde la década de los 70", agregó.

Es un documento auténtico que data del año 300, perteneciente a los gnósticos que son partidarios de la rehabilitación de figuras del Antiguo Testamento como Caín, que mató a su hermano Abel, y Esaú, el hermano mayor de Jacob, que vendió sus derechos de primogenitura por un plato de lentejas, además de mostrar su rechazo en contra de la carne y el cuerpo. “Los gnósticos se enfrentaban al cristianismo”.

Para el año 300 fecha atribuido al documento, aclaró el analista, “ya estaba establecido el cuerpo doctrinal de la iglesia y estos grupos tratan de desteñir las ideas de la Iglesia con estos escritos”.
Los agnósticos sostienen que Jesús era un Dios disfrazado de hombre lo cual confronta a la fe cristiana que afirma que es Dios y hombre verdadero. Para el año 300 ya está perfectamente establecida esta idea agregó.


“La Iglesia apostólica tiene 2 mil años de creada y los gnósticos siempre se han manifestado en contra del cristianismo y destruir la imagen de Dios”.

Para el experto, este documento es para despertar morbo y curiosidad y la gente diga “ah, la verdad no es la que sostienen los apóstoles”. Se trata de un documento que busca contestar verdades que ya están perfectamente establecidas, como es la fe de los apóstoles.

“La idea de que Judas era el traidor no lo van a poder quitar de la mente de las personas. El Evangelio de Judas se trata de un golpe mediático, publicitario y propagandístico". Judas siempre será el traidor, siempre ha sido clara la venta y su traición de acuerdo a los Evangelios que se refieren a la traición de uno de ellos.

Este “nuevo Evangelio” aparece, agregó, después de dos siglos de que se establecieron documentos propios de los cristianos como el evangelio de Juan y las cartas de San Pablo.
“Se trata de un negocio de millones de dólares, que siempre generan curiosidad y expectativa entre la sociedad”, concluyó .


Ayer se difundió El Evangelio de Judas donde aclara que no fue un traidor que vendió a Jesús por 30 monedas, al contrario fue el elegido que se encargó de “sacrificarlo”.

La organización Nacional Geographic precisó que se trata de un papiro de 26 páginas encontrado en Egipto en 1978 y que ha pasado por diversos anticuarios.

De acuerdo a Nacional, los análisis de carbono 14, la tinta, el estilo de escritura y el contenido han hecho llegar a la conclusión de que se trata de un texto escrito alrededor del año 300".
El manuscrito de 31 páginas, escrito en copto, hallado en Ginebra en 1983, no aparece hasta ahora traducido en las lenguas modernas.

Revelan Que Judas No Traicionó A Jesús

Celtic Cross
José Carreño - El Universal - Viernes 07 de abril de 2006.
WASHINGTON.- Menos que el gran traidor que denuncia la Biblia, Judas Iscariote habría actuado según los deseos de Jesucristo cuando lo entregó a las autoridades romanas, afirma un Evangelio de Judas presentado el jueves aquí.

La National Geographic Society anunció el descubrimiento, restauración y traducción de un códice del siglo tercero que contiene una versión de la relación entre Cristo y Judas que difiere diametralmente de la descrita por la tradición cristiana.

El códice de unos 1.700 años de antigüedad fue descubierto en Egipto en 1970, pero sólo cuando el especialista suizo Rodolphe Kasser -uno de los traductores y expertos más reconocidos a nivel mundial en lenguaje Copto- recibió los restos del manuscrito en papiro en 2001 se dio cuenta de lo que se trataba cuando vio la última página de un documento que para entonces estaba hecho pedazos.

Hasta ahora, El Evangelio de Judas era conocido sólo por referencias. La primera en el año 180 d.C., cuando Ireneo, el influyente obispo de Lyon, emitió un texto Contra las herejías para combatir a quienes tenían una visión de Cristo distinta de lo que entonces era la Iglesia cristiana ortodoxa.

La visión particular de Judas Iscariote como un discípulo favorito de Jesucristo sería de cristianos gnósticos, para quienes lo que hizo Judas fue seguir las instrucciones de su maestro durante una de varias conversaciones durante la semana previa a la celebración de la Pascua judía.

De acuerdo con esa creencia, el texto refleja tradiciones según las cuales Jesús critica a sus discípulos por creer en un Dios "menor", creador del mundo, pero no en un Dios mayor, menos preocupado por el diario acontecer y de paso, siempre según esa versión, "menos vengativo" que la divinidad del Antiguo Testamento.

De acuerdo con Donald Senior, un sacerdote que preside la Unión Teológica Católica de Chicago, el valor real del documento "ayuda al mundo moderno a redescubrir algo que los primeros cristianos sabían: que al inicio del cristianismo había múltiples textos sagrados resultantes de comunidades en varias partes del Mediterráneo que trataban de entender el significado de Jesucristo en sus vidas".

Eruditos presentados por National Geographic indicaron que el pasaje "clave" del documento de aproximadamente 26 páginas es cuando describe que Jesucristo dice a Judas: "Tú sobrepasarás a todos, porque tú sacrificarás al hombre que me viste".

El texto afirma también que Judas será despreciado por los otros discípulos pero eventualmente será exaltado. "... Serás maldecido por otras generaciones pero llegarás a prevalecer sobre ellos", dice Jesucristo en esa versión de Evangelio que está considerada ya entre documentos apócrifos pero que según los académicos ayuda a entender los inicios del cristianismo y la multiplicidad de creencias que convivían y chocaban entonces.

Pero de acuerdo con Elaine Pagels, profesora de Religión de la Universidad de Princeton, el descubrimiento de El Evangelio de Judas, así como de los "evangelios apócrifos" de Tomás y María Magdalena entre otros, "hacen estallar el mito de una religión monolítica y demuestran lo diverso y fascinante que era el temprano movimiento cristiano".

Bart Ehrman, jefe del Departamento de Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Norte, indicó por su parte: "Lo que hará famoso o tal vez infame a este evangelio es que retrata a Judas de manera muy distinta de lo que sabíamos previamente.

Aquí no es el seguidor malvado, corrupto, inspirado por el diablo, que traiciona a su maestro; en vez de eso es el amigo más íntimo de Jesús, el que lo comprendió mejor que nadie más y que lo entregó a las autoridades porque Jesús quería que lo hiciera".

jueves, abril 06, 2006

El Día De PI

π
¿Recuerda usted la retahíla de 3,141592 ...? Hablamos de Pi, la constante matemática, cuyo símbolo es π. Y como todo concepto importante que se precie, también tiene su día, el Día de Pi.

Se celebra, no podía ser de otra forma, el 14 de marzo de cada año, fecha que en el mundo anglosajón se escribe como 3/14, igual que los primeros decimales de la constante.

Para celebrarlo, matemáticos de todo el mundo se reúnen para recitar todas los decimales de memoria que saben de Pi, explicar curiosidades sobre el número o ver 'Pi, la película'.

El acontecimiento suele celebrarse a la 1.59, hora que coincide con la aproximación de Pi al valor 3,14159, el más estudiado por los escolares de todo el mundo.

En Estados Unidos, en los colegios suelen hacer actividades especiales con los niños en clases de matemáticas, y en instituciones tan prestigiosas como el Massachussets Institute of Technology (MIT) esperan a este día para enviar a sus nuevos alumnos las cartas con la aprobación de su solicitud de admisión.

Para rizar el rizo, los matemáticos han investigado hasta encontrar cuál fue el último 'momento pi' de la Historia: el 14 de marzo de 1592 a las 6.53 y 58 segundos, momento que se corresponde con los valores de los 12 primeros dígitos de Pi.

Pero éste no es el único día relacionado con Pi que celebran los matemáticos: el 22 de julio es el Día de Aproximación a Pi, porque si se divide la fecha numérica de ese día, 22 entre 7, el resultado es 3,14285714, considerado una buena aproximación a Pi.

Hoy en día, gracias a la utilización de ordenadores, se han calculado los primeros 51.000 millons de decimales de Pi, que conforman una retahíla imposible de recordar.

La persona que ha conseguido memorizar más decimales es Akira Haraguchi, un japonés de 59 años, que en julio de 2005 batió el récord del mundo al recitar 83.431 dígitos del número Pi de memoria, para lo que necesitó más de 13 horas.

Superó y prácticamente duplicó el anterior récord del mundo de 42.195 dígitos, del también japonés Hiroyuki Goto.

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Nombre: Lucio
Ubicación: Resistencia, Chaco, Argentina

Tengo 56 años, soy pisciano y docente, me gusta la libertad mental y espiritual, aunque soy dependiente en cierta forma de mi entorno material.