miércoles, febrero 08, 2006
“Cambalache”, Una Pintura Argentina
Se publicó en el diario LA OPINIÓN de Rafaela, el 09/06/01.
Por Dino F. Mancinelli
Por Dino F. Mancinelli
Poeta y filósofo, con una capacidad de síntesis asombrosa, Discépolo ha sabido plasmar en unos pocos versos la realidad que nos golpea como un mazo. Su tango "Cambalache" ya es sinónimo de la abyección de los argentinos, y se utiliza constantemente para describir las conductas que hoy nos toca contemplar. Pero veamos analíticamente esa letra, sublime en su jerga orillera, para justificarla con pruebas inapelables.
Cambalache
Tango
Letra y Música: Enrique Santos Discépolo
Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé ...
¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé ...
¿Alguien puede ponerla en tela de juicio? Acción y reacción. Para que haya virtud, debe existir el vicio, caso contrario no existiría el concepto. Esto lo aceptamos naturalmente, el conflicto se establece cuando se incrementa lo negativo y se amalgama con lo positivo, no sabiendo diferenciar entre ambos como lo dice el poeta a continuación.
Pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo todos manoseaos ...
Para modesto ejemplo de la maldad insolente, basta con reparar en los graffitis, el vandalismo o los prepotentes que circulan por las calles ciudadanas que, además de molestar y poner en riesgos al prójimo, lo afrentan con gestos y palabras por el simple hecho de pretender asumir el derecho que marca la ley.
¡ Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor ! ...
¡ Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador !
¡ Todo es igual ! ¡ Nada es mejor !
¡ Lo mismo un burro que un gran profesor !
No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡ da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón ! ...
Mientras, las autoridades igualan con su indolencia al que cumple y al infractor. Y no somos capaces de discriminar públicamente entre un Favaloro y los miserables que lo llevaron a la muerte, encauzando los fondos que tanto necesitaba su obra hacia el desagüe de los inicuos intereses de los ineptos senadores y otros integrantes de los poderes gubernamentales que, con total desparpajo, mantienen sus inmorales emolumentos. No sólo los conservan, sino que los aumentan desvergonzadamente, pisoteando con alevosía y provocación los expresados deseos de racionalizar los gastos para aliviar a los que tanto sufren.
¡ Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón !
¡ Cualquiera es un señor !
¡ Cualquiera es un ladrón !
Mezclao con Stavisky
va Don Bosco y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín ...
Para el caso y “agiornando” los personajes, bien podríamos poner “Mezclao con Fendrich va la madre Teresa /y Silvia Süller/ el gordo Valor y Napoleón/ Maradona y San Martín. Le recordamos al lector que “Stavisky” (Alexander Stavinsky) fue un famoso estafador de origen ruso que se suicidó en una cárcel de Bayona (Francia) en 1934; Don Bosco, fundador de la orden de los salesianos, fue canonizado en ese mismo año; “Don Chicho” (Juan Galiffi) fue jefe de la mafia argentina y detenido y procesado en 1932 y “Carnera” (Primo Carnera), boxeador italiano, retuvo el título mundial de peso completo en el bienio 1933/34. Creemos que “La Mignón” es la forma usual entre nosotros de la voz francesa “mignone” con el valor de “querida” o “mantenida”. También podría referirse a “Mignón”, el conmovedor personaje de una de las obras de Goethe (Guillermo Meister) San Martín y Napoleón no necesitan explicarse.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia contra un calefón ...
Pero no sólo en la política vemos las flaquezas humanas. Toda la sociedad está siendo prostituida (¡Cuántas veces lo dijimos!). Creíamos ver una intención renovadora, de aseo espiritual, cuando aparecieron programas televisivos que premiaban los conocimientos de los participantes.
Recibimos con ilusión a "El Invencible" de Susana Giménez. Imaginábamos, aunque cuestionando algunas de las estúpidas preguntas ("¿cómo se llama la parte de los vegetales que se encuentra por debajo de la tierra? y ¿qué animal se utiliza como modelo para confeccionar alcancías") intercaladas entre otras realmente interesantes ("¿quién compuso Tristán e Isolda? o ¿con qué nombre se conoce a la piedra que permitió descifrar la escritura egipcia?") que una luz de sensatez se encendía en beneficio de la formación del hombre; pero, esperar el respeto de los valores por parte de estos medios necios, va más allá de la razón.
En vez de dejar que el conocimiento, o la falta de él, decidiera el resultado, no tuvieron mejor idea que agregar una votación para seleccionar a los eliminados. No importa que uno se hubiera equivocado una vez o diez: el elegido se va. Como los electores son los mismos participantes, con la falta de valores que caracteriza a la humanidad contemporánea, eliminan a los mejores y, de esa manera, se deshacen de los competidores más dotados.
Resultado: ganan los mediocres, porque los muy malos caen por su propio peso y los mejores son excluidos por los votos de los interesados. Así que, ante la falta de ingenio para hallar variaciones en el eterno juego de bucear en el conocimiento adquirido, no tienen mejor ocurrencia que estimular, promocionar, la competencia desleal. ¿Y el Comfer? Bien ... gracias.
¡ Siglo veinte, cambalache
problemático y febril ! ...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil !
¡ Dale nomás ! ¡ Dale que va !
¡ Que allá en el horno nos vamo a encontrar !
¡ No pienses más, echate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao !
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...
¡Qué dilema!. ¿Cómo orientamos a nuestros hijos: honestos y trabajadores o vividores y delincuentes? Por la formación ética heredada, no tenemos ninguna duda pero, nuestra insistencia en la honradez y solidaridad ¿no los condenará a una vida llena de penurias y humillaciones?
El mundo ha perdido valores, Argentina mucho más. Nos atrasamos muchos años en educación. Los jóvenes, por estas falencias, ya no pueden comunicarse eficazmente y describir cabalmente su vida interior en beneficio suyo y de los otros.
Más allá de su vocabulario de cien palabras, muchas de ellas simples muletillas ("de repente me miró, viste, y nada, o sea me quedé así, viste, ¡qué sé yo bolú!) como puede certificarlo el que tenga suficiente estómago para mirar por más de 10 segundos a un grupo de pseudo humanos (por no decir "grandotes pel ...", que queda mal pero los describe mejor) desparramados en sillones y camas de "Gran Hermano".
Si nuestros ineptos gobernantes no se ponen ya a revertir esta situación, nuestros nietos seguirán viviendo en la bestialidad, y no decimos "nuestros hijos" porque ellos ya no tienen tiempo para disfrutar de un cambio positivo. ¡Queda tanto por hacer para recuperar al viejo mundo de la educación y la racionalidad!
Discépolo usó 273 palabras para todo un curso sobre las características del siglo XX. Nosotros utilizamos casi 900 para una mala demostración del contenido de su poesía.
Si nuestros ineptos gobernantes no se ponen ya a revertir esta situación, nuestros nietos seguirán viviendo en la bestialidad, y no decimos "nuestros hijos" porque ellos ya no tienen tiempo para disfrutar de un cambio positivo. ¡Queda tanto por hacer para recuperar al viejo mundo de la educación y la racionalidad!
Discépolo usó 273 palabras para todo un curso sobre las características del siglo XX. Nosotros utilizamos casi 900 para una mala demostración del contenido de su poesía.
¡Grande Enrique Santos! ¡Lástima que los responsables no se den por enterados de tu reclamo implícito en la descripción de la sociedad que integramos!- No hay peor sordo que quien no quiere oír ... ¿Recobraremos el oído alguna vez?